“Se murió” es la noticia que nadie quiere escuchar

Al escuchar la voz de alerta, casi al mismo tiempo, todos giraron la cabeza a la izquierda para ver la temible entrada del “carrusel”, nombre que le asignaron a la camilla que tiene un cajón de metal con forma de pentágono donde trasladan a los fallecidos.
Un señor que vestía con ropa oscura fue el primero que alcanzó a ver el cajón y posteriormente expresó en voz alta lo que veía venir, es decir, el famoso carrusel que casi siempre estrena un cadáver.
Faltando minutos para las 12:00 del día ya los familiares de dos parientes ingresados sabían que se habían muerto a causa del coronavirus.
Al concurrir todos los días al hospital ya los visitantes se conocen y unos a otros se consuelan sobre el estado del familiar interno, lo que algunos responden que “está mejorando” o que simplemente “se murió”.
Sin ánimos ni ganas de caminar, una señora acompañada de un señor que la sostenía de un brazo, le dijo a otra que su pariente había fallecido.